Cebolla encurtida casera: tu aliada para las ensaladas

La cebolla encurtida casera es una de esas cosas muy fáciles de hacer que no se nos ocurre hasta que se lo vemos a alguien. Nos hemos acostumbrado a ver las cebollitas en vinagre y por alguna extraña razón no las relacionamos con otras cebollas más grandes.

Es una gran opción para aquellas personas que no soportan la cebolla en crudo pero quieren añadirla a sus platos. Funciona estupendamente en ensaladas, pero es también una opción genial para bocadillos.

Receta de cebolla encurtida casera

Ingredientes

• 4 cebollas moradas medianas.
• 200 ml de vinagre de vinagre de arroz o blanco.
• 50 ml de agua.
  
• 1 cucharada de sal.

Mucha gente le añade azúcar. Para esta cantidad, le puedes añadir 50 g o menos. En ese caso, tendrás que disolverla en agua caliente.

Opcionales: ajo, perejil, pimienta negra molida o cilantro.

Indicaciones

1. Pelamos las cebollas y las cortamos finas.
2. En un recipiente, ponemos la sal, el agua y el vinagre. A más fina esté menos crujiente pero más avinagrada (y menos picante).
3. Si has calentado agua para disolver el azúcar, te aconsejo que la añadas templada.
4. Añadimos la cebolla cortada.
5. Lo colocamos todo en un táper o en un bote de cristal para conservas. El líquido ha de cubrir completamente la cebolla.
6. Lo guardamos en la nevera durante al menos 24 horas.
7. Podemos dejarlo más o menos tiempo y cambiar la medida de vinagre y agua según nuestro gusto.
8. También podemos hacer una versión más rápida solo con aceite y a temperatura ambiente si lo vamos a usar el mismo día.

Y si no te gusta el vinagre…

Puedes cambiar el vinagre por zumo de limón, ya que lo que buscamos es un ácido que contrarestre el picos y olor de la cebolla. Y si quieres mezclar limón y copos de chile picante, adelante, le da un nuevo toque.