Con esta salsa de tomate y champiñones quiero introduciros en uno de mis productos fetiche: los tomates concentrados. Aunque os lo pueda parecer, esto no es contenido patrocinado. Simplemente, soy muy fan del tomate concentrado, el doble concentrado y el triple concentrado.
El tomate concentrado nos sirve para hacer salsas y guisos cuando no hay tomates frescos de calidad. Por lo tanto, es un básico de la cocina de toda la vida que actualmente es más complicado de encontrar, especialmente los doble o triple concentrados.
Los de factura española, como los de la marca Hida o marcas blancas de supermercados, suelen ser concentrados o doble concentrados (con aún menos líquido). El doble concentrado italiano, como puede ser el de la marca Mutti, es directamente una pasta con un sabor muy fuerte y peculiar.
Los tomates concentrados nos sirven, además, para las pizzas, solo hay que extender y no hace falta cocinarlos. Son una solución rápida y práctica que nos puede sacar de muchos apuros y que os recomiendo introducir en vuestra cocina habitual.
Cuando miréis el precio, pensad que son productos que vamos a estirar con agua o caldo y que se miden a cucharadas, por lo un tubo de doble concentrado tiene más duración que una lata grande de tomate triturado (aunque evidentemente no va a ser el mismo resultado).
Receta de salsa de tomate y champiñones
Ingredientes para 4 raciones
- 2 cucharadas de tomate doble concentrado Mutti o 4 de Hida
- 2 – 4 cucharadas de aceite de oliva
- 150g de champiñones naturales a la plancha o de bote escurridos
- 3 dientes de ajos o 1 cucharada de ajo en polvo
- 1 cebolla blanca grande
- 1 cucharada sopera de albahaca (aunque yo le puse orégano)
- 1 cucharadita de postre de pimienta negra molida
- 1 taza de agua de la cocción de la pasta o el arroz (por el almidón)
- Sal
- Opcional: maicena o kuzu, harina de almendras
Indicaciones
- Cocemos la pasta según las instrucciones del paquete.
- Colamos y reservamos el agua de la cocción, al menos una taza para la salsa, pero podemos reservar más para usar en los siguientes pasos.
- Lavamos bien los champiñones y los fileteamos.
- Los salteamos con una cucharada de aceite. Podemos añadir un poco de agua (normal o de cocción de la pasta) y hacerlos a fuego medio, con la tapa. Reservamos.
- Pelamos y cortamos en juliana la cebolla blanca.
- Fileteamos los ajos, pelados.
- En un sartén, a fuego medio, pochamos la cebolla con los ajos con una cucharada de aceite y medio vaso de agua (puede ser de cocción). La cebolla y el ajo se echan a la sartén sin esperar a que esta se caliente.
- En un recipiente para batidora (puede ser de mano, yo uso la Nutribullet o el robot de cocina) ponemos todos los ingredientes de la lista.
- Batimos hasta que quede la consistencia deseada. Para que ligue mejor, si no queremos añadir más aceite, podemos poner una cucharada de maicena o de kuzu bien desechos en un poquito de agua caliente. También podéis usar harina de almendras.
- Corregimos de sal, pimienta o especias y volvemos a batir para que queden bien incorporadas.
- Para aligerarla, se añade más agua de cocción, pero os recomiendo hacerlo cuando mezclamos con la pasta o durante la cocción (por ejemplo con albóndigas).
Este es un ejemplo típico de uso de la salsa de tomate y champiñones. Lo que hice fue acabar de cocinar las albóndigas con la salsa a fuego bajo, con tapa, durante 5 minutos.
Después, la mezclé con los espaguetis en la misma olla donde había cocinado la pasta. Usar la olla de la pasta y el agua de cocción es muy útil para obtener un buen resultado y que el emplatado sea así de limpio.