¿Os animáis a desayunar un vaso de pudding de chia con fruta? Las semillas de chia son el alimento estrella de la temporada. Cada cierto tiempo se pone de moda un alimento y parece que no nos cuidemos si no lo tomamos. Más allá de las propiedades que pueda tener, una forma estupenda hacer un desayuno cremoso y ligero.
Preparar el pudding de chia no es difícil, pero deberemos ir ajustando las proporciones al gusto que tengamos, teniendo cuidado que no nos quede ni líquido ni apelmazado.
Mi proporción favorita, para una persona, son tres cucharadas de postre de semillas de chia, que ponemos en un vaso de agua normal y corriente, y cubrimos con dos dedos de leche vegetal. Lo pongo en la nevera y al cabo de una hora lo remuevo bien con una cuchara y lo dejo toda la noche en la nevera. Por la mañana, si veo que me ha espesado demasiado, le añado un dedo más de leche vegetal y remuevo.
Mi vaso de chía favorito lleva lo siguiente:
- una capa de fruta, por ejemplo papaya o piña, pero sin mezclarlas
- una capa de copos de avena
- otra capa de fruta
- una capa de coco rayado o, mejor aún, de pulpa de coco natural
- el pudding de chía
Las capas son totalmente intercambiables. Si llenáis el vaso tanto como yo, os hará falta pasarlo a un bol para comerlo sin ensuciar.