Tener a manos caldo de ramen vegetal en época de frío es una grandísima idea. No es la primera vez que hablo de caldos por aquí, tienes también la receta de mi caldo de Navidad.
Sin embargo, el ramen se ha puesto muy de moda y ahora ya no es raro encontrarse establecimientos especializados en esta sopa japonesa.
La base es siempre un buen caldo, que es lo que hemos venido a hacer aquí: poneros la receta que yo hago en casa. Después, montar el bol de ramen ya es bastante más fácil de lo que parece: se colocan los ingredientes deseados en el bol y se pone el caldo muy caliente, junto con una porción de fideo ramen.
Los fideos ramen son un tipo de fideos muy específicos, de los tres típicos japoneses junto con el udon y el soba (estos último te interesan si evitar el gluten, ya que son de trigo sarraceno).
Yo no hago ramen casero porque me parece tremendamente laborioso. Viviendo tan cerca en Barcelona, es fácil encontrar ramen fresco envasado.
Evita el ramen instántaneo si puedes. Si no tienes otro a mano, elige el que no tenga ningún tipo de condimento.
Receta de caldo de ramen vegetal
Es posible que te apetezca un ramen de miso, en vez de uno de soja. Es por ello que os voy a explicar el de miso, porque al final, el de soja es añadir más o menos soja al gusto. Pero el de miso, si no conocéis este derivado de la soja, os puede sonar más complicado.
Hay muchos tipos de miso, la mayoría de ellos a base de soja. El truco para saber lo fuerte que es cada uno es el color: los que son casi blancos, shiro miso, son bastante suaves. Si el color es casi marrón, serán de los más fuertes. Te recomiendo que indagues antes y que, en el primer uso, ponga poca cantidad. Siempre podrás poner más, pero nunca menos.
Otra consideración que hay que tener con el miso, es que se disuelve en el caldo de ramen vegetal aún muy caliente, antes de servir. O aún con el fuego bajo, en los último minutos de cocción. Pero no se hierbe ni se deja cocinar todo el tiempo. Especialmente si está sin pasteurizar, ya que el calor mata a las bacterias (y estas son de las buenas).
Y por último: el mismo es un producto fermentado, pero lo solemos comprar envasada, muchas veces pasteurizado, con los «bichitos» buenos muertos. Sin pausterizar conserva todas sus propiedades beneficiosas. Pero para empezar, compra el que tengas a mano de supermercado asiático.
Ingredientes para 1.5 litros
- 2 litros de agua
- 200 g de shiitakes
- 1 puerro entero y dos partes verdes
- 1 cebolla
- 3 dientes de ajo
- 2 zanahorias grandes
- 1 cucharadita de Marmite o similar
- 1 cucharadas soperas de tamari
- 1 cucharada de aceite de oliva
- Para el ramen de miso: 1 cuchara de miso rasa por bol.
- Opcional: 1 tira de alga kombu.
Las partes verdes del puerro que muchas veces se tiran van van genial para hacer caldos.
Indicaciones
- Pelamos y fileteamos los ajos.
- Pelamos la cebola y la cortamos a gajos.
- En una olla grande alta, ponemos una cucharada de aceite de oliva.
- Añadimos los ajos y la cebolla y dejamos el fuego bajo.
- Pelamos y lavamos bien los puerros, sin rastro de tierra, y los cortados a rodajas de un dedo de ancho. Las hojas verdes las lavamos especialmente bien.
- Añadimos los puerros a la olla, le damos a todo una vuelta.
- Lavamos y pelamos la zanahoria y la cortamos a rodajas. También a la olla.
- Los shiitake hay que lavarlos a chorro. No los cortamos, así los podremos rescatar posteriormente.
- Añadimos los dos litros de agua, un par de chorros de salsa de soja o el tamari y, en caso de apeteceros, el alga kombu (a mi sinceramente no me gusta).
- Cuando el agua esté caliente, deshacemos la cucharadita de Marmite.
- Dejamos que cueza una hora a fuego muy bajo y con la tapa puesta.
- Podéis corregir de sal o de tamari cuando acabe la cocción.
- Colamos el caldo, que guardaremos por separado.
- Rescatamos los shiitakes, que añadiremos a nuestro bol de ramen o a cualquier otro plato.
- Con las verduras sale un puré riquísimo si añadimos una patata cocida y un chorro de aceite de oliva virgen extra.